Las declaraciones complementarias ofrecen la oportunidad de subsanar errores que se hayan podido producir al hacer la Renta anual u otros impuestos sobre la renta de las personas físicas (IRPF).
Es importante aclarar, antes que nada, que las declaraciones complementarias sólo deben realizarse en el caso de que el perjudicado por el error cometido en la declaración original sea Hacienda. En el caso de que se necesite cambiar la declaración para que la Agencia Tributaria nos devuelva dinero, habrá que hacer una declaración rectificativa. Además, existen también las declaraciones sustitutivas, que no son lo mismo que las complementarias.
A continuación, te aclaramos qué significa cada una y en qué supuestos se debe presentar cada tipo de declaración.
Qué son las declaraciones complementarias
Es perfectamente normal que se produzcan errores a la hora de realizar la declaración de la Renta, sobre todo, si no contamos con la ayuda de un profesional, ya que es un trámite complejo. Más todavía si tenemos en cuenta que, con frecuencia, se introducen novedades en la campaña de la Renta de las que el contribuyente puede no ser consciente y, en consecuencia, cometer fallos en el IRPF anual.
En otras ocasiones, especialmente en el caso de los autónomos, puede suceder que reciban pagos de facturas fuera del periodo en el que se realizó la autoliquidación del IRPF y sea necesario rectificar la declaración que se hizo originalmente.
En cualquier caso, si cometemos un error en la Renta o en las autoliquidaciones del IRPF y, como consecuencia, hemos pagado de menos a Hacienda o nos han ingresado dinero que no nos correspondía, es necesario subsanar ese fallo a través de una declaración complementaria.
La declaración complementaria puede corregir un error que se haya producido o añadir información que se hubiese omitido o que no fuera correcta; por ejemplo, puede ocurrir que apliquemos una deducción que, en realidad, no nos correspondía o que nuestras circunstancias hayan cambiado y ya no nos corresponda. A veces, se produce cierta tendencia a “copiar” la declaración del año anterior sin pensar que se pueden haber producido cambios, personales o legislativos, que debemos tener en cuenta.
Dudas más frecuentes sobre las declaraciones complementarias
¿Qué pasa si, por culpa del error que hemos cometido al hacer la Renta, hemos salido perjudicados? En el caso de que Hacienda tuviera que abonar una cantidad superior a la que aparecía en la original, será necesario cumplimentar una declaración rectificativa en la que se solicite enmendar el error original. La Agencia Tributaria valorará esa petición, y si estima que es correcta, realizará el ingreso.
Las declaraciones complementarias rectifican una declaración, pero no la sustituyen. En el caso de que, por el motivo que fuera, la declaración original estuviera totalmente equivocada (el número de errores es muy alto o son de mucho peso), sería necesario hacer una nueva. Esta se denomina declaración sustitutiva.
Cuándo hay que presentar una declaración complementaria
En el momento en que se detecta un error en la declaración original o se produce alguna circunstancia que lo provoca, es obligatorio presentar la declaración complementaria. Es recomendable hacerlo dentro del plazo previsto para cada declaración de IRPF, ya que, en caso de presentarse fuera de plazo, se cobrarán intereses.
De hecho, si es Hacienda la que detecta el error y solicita una declaración complementaria, es muy probable que esta reclamación venga acompañada de sanciones.
Cómo se entregan las declaraciones complementarias
Cuando se presenta cualquier tipo de declaración del IRPF, siempre se pregunta si se trata de una declaración complementaria. En caso de que lo sea, se debe marcar como tal y acceder al expediente previo, es decir, a la declaración original.
En nueva autoliquidación que se presente con la declaración complementaria, se incluyen tanto los datos de la original como aquellos datos que necesiten ser declarados por haberse producido un error o una omisión en la información.
Las declaraciones complementarias sirven para regularizar la situación de un contribuyente con Hacienda, por lo que son de suma importancia. Detectar cuándo es necesario presentar una y saber cómo subsanar los errores cometidos o la falta de información, puede resultar complicado para alguien que no esté habituado a realizar este tipo de trámites.
Evitar errores que puedan derivar en sanciones y en la necesidad de realizar una declaración complementaria es uno de los principales motivos por los que se recomienda delegar la tramitación de la Renta a un gestor. Los profesionales no solo conocemos los trámites y estamos al día de todas las novedades sobre tributación, sino que también somos de gran ayuda en el caso de que se necesite realizar una declaración complementaria.
Si Hacienda te reclama subsanar errores en la declaración de la Renta anual o en otro tipo de impuesto, no dudes en confiar en un gestor administrativo. Además de realizar las declaraciones complementarias de manera eficiente, lo haremos buscando siempre el interés del cliente.
A través del Registro de Gestores Administrativos, puedes buscar un gestor colegiado cerca de ti con el puedas realizar esta y otras gestiones administrativas con total confianza.