La declaración del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) es una de las obligaciones fiscales más relevantes en España, que afecta a millones de personas cada año. En la última campaña, en la que se introdujeron novedades importantes para los autónomos, se presentaron más de 8.200.000 de declaraciones de la renta, lo que demuestra lo esencial de este tributo, que tiene un impacto directo tanto en los ciudadanos como en el sistema fiscal del país.
No cumplir con esta obligación, ya sea por equivocación o por omisión, puede resultar en una serie de sanciones considerables. Una de las más comunes es la sanción por presentar la Renta fuera de plazo. Esto es algo que le puede ocurrir a cualquiera y uno de los motivos por los que es recomendable dejar que la declaración de la renta la haga un gestor, es decir, un profesional especializado. Aun así, te explicamos qué ocurre si entregas la Renta fuera de plazo y cómo subsanar este error.
Diferencias entre sanciones y recargos tributarios
Presentar la declaración de la Renta fuera de plazo conlleva sanciones y recargos:
- Sanciones: la sanción tributaria por presentación fuera de plazo tiene carácter punitivo y su objetivo es evitar que se vuelva a cometer ese error. Su cuantía depende de la gravedad de la infracción que se haya cometido.
- Recargos: los recargos tributarios son una especie de compensación por no haber cumplido con las obligaciones fiscales a tiempo. Se trata de cargos adicionales que se calculan sobre la cantidad adeudada y aumentan proporcionalmente conforme al tiempo que pase desde que se tendría que haber realizado el pago y cuando se realiza.
Otra cuestión importante a tener en cuenta para saber cuánto hay que pagar si presentamos la Renta fuera de plazo es que haya un requerimiento de la Agencia Tributaria o que, por el contrario, la rectificación se realice voluntariamente.
Si Hacienda se da cuenta de que no hemos presentado la declaración cuando deberíamos haberlo hecho o que hemos cometido un error, nos solicitará que lo enmendemos. Es lo que conocemos como ‘requerimiento de Hacienda’ y en este caso, la sanción será mayor.
Si es el contribuyente el que se da cuenta del error y lo subsana de manera proactiva, la sanción será menor o puede que incluso no la haya y solamente tengamos que hacer frente al recargo por presentación fuera de plazo.
Del mismo modo, las reducciones sobre las sanciones y recargos que podamos aplicar serán mayores si presentamos la Renta antes de que haya un requerimiento por parte de Hacienda.
Posibles sanciones relacionadas con la declaración de la renta: todo lo que debes saber
Principalmente, existen dos tipos de sanciones relacionadas con la declaración anual del IRPF: por no declarar, es decir, sanciones y recargos por presentar la Renta fuera de plazo, y por corrección al haber cometido algún error en la declaración. Aquí te explicamos cada una de ellas y cómo afectan a tu bolsillo.
Sanción por no hacer la Renta
Si un contribuyente está obligado a presentar la declaración de la renta y no lo hace, generalmente, la sanción es de un 50% de la cuota, aunque, según la gravedad y el perjuicio que se haya causado, puede llegar al 150% del importe a pagar.
Ahora bien, lo primero que habrá que ver es si el resultado de la liquidación es a pagar o a devolver.
- Resultado de la declaración a devolver:
Si el contribuyente presenta la Renta fuera de plazo sin requerimiento con resultado a devolver o cero, la Agencia Tributaria le ingresará el importe correspondiente, pero habrá una sanción de 100€.
Si es Hacienda la que requiere la presentación de la declaración de la Renta, la sanción asciende a 200€.
- Resultado de la declaración a pagar:
Si la declaración presentada fuera de plazo sale a pagar, se aplica un recargo sobre ese importe. En el caso de que se haga sin requerimiento previo, el porcentaje del recargo será de un 1%, aumentando un 1% por cada mes de retraso; si la presentación se produce pasados 12 meses del plazo establecido, el recargo será del 15% más intereses de demora por el tiempo que pase desde el día siguiente a que se hayan cumplido esos 12 meses hasta que se haga efectiva la presentación.
Si se produce un requerimiento de Hacienda para presentar la Renta, la sanción está entre el 50% y 150% del importe, dependiendo de si se trata de una sanción leve, grave o muy grave.
Sanción por corrección
Si se comete un error en la declaración de la Renta que perjudique a Hacienda y se ha de presentar una declaración complementaria; si Hacienda detecta el error y requiere esta corrección, puede conllevar una sanción.
Las sanciones por no realizar la Renta correctamente varían en función de la gravedad del error: por ejemplo, si se vincula con el fraude fiscal o se incluyen datos falsos. También se aplican sanciones en el caso de que se hayan aplicado deducciones de manera errónea; si se considera grave, Hacienda puede sancionar con hasta el 15% del importe recibido, y si se detecta que se han utilizado justificantes o facturas falsas para que la declaración nos sea favorable, puede llegar a comportar sanciones de entre el 50% y el 100% del importe a nuestro favor.
Cómo presentar la declaración de la renta fuera de plazo
Si por el motivo que sea se tiene que presentar una declaración del IRPF fuera de plazo, hay que tener en cuenta que el periodo de prescripción son 4 años.
Como hemos visto, si se ha cometido un error, lo mejor es presentar la declaración lo antes posible, a poder ser sin que nos lo requiera la Agencia Tributaria.
En cualquier caso, tanto para evitar errores que puedan acarrear sanciones a la hora de presentar la declaración de la renta como para subsanarlos si ya se han cometido, lo más recomendable es confiar en un profesional de la gestión administrativa que nos asesore y garantice la mejor manera de realizar este tipo de trámites.