Por Joaquín Giner, presidente del Colegio de Gestores Administrativos de Valencia.
Que las pequeñas y medianas empresas son el núcleo del tejido empresarial del país es algo que seguramente no sorprenda a nadie. Y es que, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) más del 99% de las empresas españolas son PYMES, compañías de menos de 250 empleados y con un volumen de negocio inferior a los 50 millones de euros. Y de ellas, el 94% son microempresas que emplean hasta 10 personas. Nos encontramos, por tanto, ante un panorama empresarial basado en estructuras mayoritariamente pequeñas y que, en muchas ocasiones, cuentan con menos recursos para hacer frente a las dificultades.
A raíz de la irrupción de la pandemia y las consecuencias que ha dejado en materia de restricciones y cambio de costumbres, las pequeñas y medianas empresas han tenido que adaptarse. Y lo han hecho incorporando a su forma de trabajar nuevas estrategias que han pasado, en gran medida, por una profunda digitalización de sus procesos y servicios con todos los costes que eso conlleva para compañía con recursos limitados.
Por nuestra parte, desde el colectivo de gestores administrativos conocemos de primera mano la travesía por la que pasan este tipo de empresas, desde el momento de su creación, hasta su crecimiento o, desafortunadamente, su extinción. Por ello, hemos presenciado de primera mano todas las innumerables dificultades con las que se han encontrado durante los últimos meses.
Cuarentenas, cierres, reducción de personal, restricciones de la actividad… desde marzo de 2020 las PYMES se han visto afectadas en mayor o menor medida y nosotros hemos sido testigos de ello. Conocedores como somos de la importancia de su actividad para la economía en el conjunto del país, creemos que es necesario que tanto la sociedad como la Administración reconozca la lucha constante que han supuesto estos casi dos años de pandemia para estas pequeñas y medianas empresas.
Por ello, reivindicamos que el apoyo que estas compañías merecen se materialice en forma de ayudas directas para fomentar la recuperación tras estos meses convulsos. Pues bien es cierto que la intención de algunas políticas puede pasar por echar una mano a estas empresas, pero, en ocasiones, se pierden en una montaña de burocracia que no agiliza ninguno de estos procesos.
Los gestores administrativos vamos a seguir al lado de las PYMES, ayudándolas en todos los trámites que necesiten realizar en materias de impuestos, solicitud de permisos y ayudas o asesoramiento legal y laboral. Porque es nuestra razón de ser, pero también porque tenemos un fuerte compromiso con la actividad que desarrollan. Y es que, para qué nos vamos a engañar: qué sería de la economía española sin las pequeñas y medianas empresas.
